He encontrado un melómano en clase de gimnasia.
Hoy he llegado antes de hora a clase de gimnasia.
Al salir de casa , por la puerta trasera del garaje he visto dos matrimonio vestidos de excursión que caminaban tranquilamente. Ellos de paseo y yo a hacer una clase de paseo .Así es la vida.
Pero , casualidad , en el ejercicio de calentamiento o caminamiento de clase he coincidido con uno de los mal calificados excursionistas .Su fran afición , creo que incluso pasión , es la música. A mí me la hicieron odiar . Recuerdo en un viernes santo en el internado que tuvimos que estar ensayando más de diez horas .Uno de los compañeros , perdido el juicio , cogió las partituras y las hizo trizas en medio de un asentimiento general .A los catorce o quince años hacer con nosotros eso era de juzgado de guardia .Pero ni los juzgados y menos los guardias estaban , en aquella época , para contemplarnos a nosotros en el internado.
Recuerdo cómo faltos de toda superfluidad en la comida , nos daban unos jugos de miel con limón para que nuestras voces estuvieran bien afinadas. Ah ! me olvidaba decir que el supuesto brevaje estaba caliente y todo . La pera limonera ......
Al llegar a la universidad un compañero me invitó a ir la Liceu cuando quisiera pues tenía dos pases en una colocación extraordinaria.La condición era alquilar el traje para ir vestido de etiqueta. De nuevo la pera limonera ... No fui ni una vez. Sí que, en cambio , vi la entrada del personal en alguna noche de ópera .Compara el espectáculo de vanidad de la gente que llegaba a ver estirar el cuello a dos o tres personajes me volvía a recordar la fruta más tipica de Lérida....
Lo curioso del caso es que mi compañero de facultad , en un arrebato de confianza , me confesó que fue él el que quiso bautizar a Palomeque con un bidón de gasolina que le tiró encima .La òpera contagia la tragedia en la vida de los mortales.A mi me pareció tal confesión una auténtica barbaridad.Siendo Palomeque malo no era el peor.Y cristianizar al personal con gasolina no creo ayude a extender el
amor a la ópera ni el amor a la historia de los tomos de Palomeque.
Al compañero de la clase de gimnasia , gran melómano y liceista , no me he atrevido a preguntarle hoy si le gusta el fuego ... otro día sí .
0 comentarios