ALLÁ ABAJO, MONCADA.
A las nueve en punto nos hemos encontrado como cada domingo delante del Ayuntamiento. Hoy éramos unos 30 .Me ha llamado Nuria . Y el viaje lo hemos hecho con Maribel.
Maribel nos ha explicado que es jugadora semi-profesional de tenis .JUega en un club del valle Hebrón.
He recordado mi época de jugador de tenis . Es un deporte que me encantaba y que creo no volveré a jugar. Hay que ser realista y la vida te hace dejar cosas que querías por el camino . Jugar de la forma que jugaba hoy sería un peligro par a mi integridad. Y jugar como se juega a mi edad no me produciría ninguna satisfacción .Por lo tanto...
Maribel viene acompañada por su perrita. Nuria ha tenido también su perro y el viaje de ida de los excursionistas a Moncada trascurre entre conversaciones de animales.
Al pasar por Cerdanyola he visto una gran ciudad con una gran aglomeración de personas y casas.
Finalmente hemos llegado al pie del turó de Moncada. Hemos comenzado la ascensión que es corta pero muy pronunciada. Hemos hecho un primer descanso para poder contemplar las dos vertientes del Vallés .Había un poco de boira pero se distinguía perfectamente el Montseny , el Farell , Sant LLorenç de Munt y Montserrat.
Con nuevas fuerzas reiniciamos la ascensión ,pues era una auténtica ascensión . Y llegamos a la cantera de la cementera. La montaña está totalmente oradada en su vertiente nort-este. En ese lugar hemos desayunado y de nuevo hemos hencho la última etapa hasta llegar a la cima . Se ve un pisaje muy interesante : el Vallés , el Besós , el Barcelonés y la Serra de Collserola.Aquí he podido ver el cementiri de Collserola y toda la cuenca del Besós.
A la bajada hemos parado en un prado donde he visto restos de excrementos de conejos y de ardillas.
La excursión de hoy ha sido breve pero muy instructiva.
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